Los centros de imputación nos permiten clasificar los ingresos y los gastos de la empresa, facilitando su análisis y control.
Según si los ingresos/costes son derivados de obras/trabajos realizados para un cliente, o de la gestión interna de la empresa, los imputaremos a los diferentes tipos de centros de imputación: proyectos o centros de costes.
Existen algunos ingresos/costes que realizamos de forma habitual, que pueden tener que repartirse de forma proporcional entre distintos centros de imputación. Así, y para no tener que indicarlo cada vez, podemos usar la herramienta de distribución de costes, en el que indicaremos qué centros de imputación y en qué proporción deben repartirse.